Publicado originalmente en el Diari Segre (ver original)
El cambio, en nuestros
días, es mucho más rápido que en épocas pasadas. Hace 200 años, el abuelo, el
hijo y el nieto tenían trabajos similares o iguales. Había poco o ningún cambio
tecnológico y el valor de la experiencia era fundamental. La experiencia y las
habilidades se transmitían de generación en generación.
Hoy en día no es así. Los
cambios no se producen de una generación a otra, sino en períodos cortos de 3 a
5 años, o incluso menos, en algunos sectores. El valor en alza en 2013 no es la
experiencia y las habilidades en hacer lo que se venía haciendo hasta ahora,
sino el reinventarse, aprender a hacer nuevas cosas y aventurarse con seguridad
en el terreno desconocido del cambio.
¡No podemos permanecer en
nuestra zona de confort!, diciéndonos a nosotros mismos que ya volverán los
“viejos tiempos” mejores. Si hay algo claro en este tiempo es que el verbo
“volver a” se va a conjugar muy poco. El cambio es irreversible y un avance en
una nueva dirección. Los que quieran tener al cambio como aliado y vean en él
las oportunidades que todo cambio conlleva, saben que no les sirve de nada
“volver la vista atrás”, sino es para restarles concentración “focusing” en
aquello que realmente les conviene hacer.
¡Es la hora de empezar a
utilizar capacidades que aún no habíamos comprobado que teníamos!
Para ello, usaremos
herramientas adecuadas a la nueva situación:
-
Aprender a
visionarse uno mismo como exitoso en el nuevo entorno con la PNL estratégica.
-
Generar
pasión en lo que hacemos, que contagie a nuestros clientes externos e internos,
amigos, prescriptores,…
-
Establecer
relaciones personales valiosas “antes de” estar en transición profesional.
-
Concentrarnos
en conocer las necesidades actuales y futuras de las empresas (centrarse en el
cliente), más que centrarnos en elaborar/explicar nuestro CV (centrarse en
nosotros mismos)
-
Utilizar la
marca personal, el marketing y la comercialización de nosotros mismos. Para los
demás somos un producto que pueden decidir comprar o no comprar. Si no sabemos
vendernos a nosotros mismos, no hacemos nada de forma proactiva y no utilizamos
herramientas similares a las que usan las empresas para vender sus productos o
servicios, el éxito se lo llevarán los que sí lo hagan. De nada servirá la
calidad de nuestro CV si no lo acompañamos del necesario knowhow
comercializador.
-
Ofertar valor
añadido a las empresas: nuevos mercados, nuevos clientes, nuevos canales,… La
empresa quiere “comprar” la oferta completa que le presentamos visionando nuestro
presente y nuestro futuro con ella. No le interesa para nada nuestra “historia
pasada” personal en puestos o empresas (lo que se ponía en los CV
tradicionales); que, en muchos casos, corresponde a empresas que, en el
presente, ya no existen o a puestos de trabajo obsoletos.
-
Planificar mi
carrera profesional de forma constante, buscando las oportunidades que se
presenten en mi mercado, en mi entorno,…
-
Usar la
proactividad en vez de actuar reactivamente.
-
Usar la
candidatura espontánea para encontrar trabajo, presentándose a empresas que aún
no han formalizado su necesidad de un puesto de trabajo. Muchas empresas, sobre
todo Pymes, recibirán con gusto una oferta de un candidato/a que se ofrezca
para llevar adelante nuevos proyectos de expansión, de reducción de costes, de
mejora tecnológica,…
Resumiendo. O te adaptas
a los cambios y te haces más fuerte, reinventándote personal y
profesionalmente, o los cambios te devorarán.